Capítulo 15
Todavía hay
repercusiones de nuestra actuación. El 10 de diciembre es CANDI
abierto, y la vamos a hacer de nuevo. Estoy pensado en hacer
fotocopias del blog para repartir entre los que vengan.
Pero nos habíamos
quedado en que casi me caso. Ella era muy intensa. En realidad era
más intensa la madre que ella.
La muchacha caminaba
con bastones, la madre la veía superior a mi. Era muy inteligente,
por eso me gustaba tanto. Pero era cierto que teníamos diferencias.
La principal era que a mi no me gusta salir y a ella le encantaba
salir con amigos.
También era un tema
de madurez, ahora lo entiendo mejor. Me suelo dar para adelante pero
también me doy para atrás. Entonces yo mismo me convencí que la
madre de ella tenía razón.
Mi padre me decía:
“tenes que pensar que no te casas sólo con ella, sino con un
contexto”. Tenía que trabajar, y salir al mundo de otra
perspectiva distinta. Mi padre estaba a favor de que tuviera la idea
de casarme pero también que tenía que madurar y ver bien las
diferencias.
Pienso que las cosas
pasan por algo. No me arrepiento.
También había
algunas diferencias sociales. Y en cuanto a la intimidad, también
estábamos en diferentes momentos.
La madre de ella
soñaba con que su hija fuera escritora, hizo el liceo y casi entra
en la Universidad. Entonces se juntó todo, sentía que no podía
darle nada. Me gustaba mucho, me encantaba como pensaba. Pero estaban
también las expectativas de la madre. Ojalá ella sea escitora, y
que lea que yo también escribo.
Una vez me la
encontré en el ómnibus.
Fue un poco
incómodo. Yo estuve mal en la forma como terminamos, se lo dije por
teléfono, ella quedó llorando, a mi no me gusta ver llorar, me
impresionó y le corté. Le corté y seguí jugando a la play. Ella
estaba haciendome una escena de celos porque una amiga me había
llevado la carga en su casa, y me quemé, me agarró mal, pero era
por falta de madurez.
En ese ómnibus, iba
con mi padre, mirando por la ventana y hablando de fútbol, y me dice
“mirá quien subió”. Era ella con la madre.
La madre me dijo
“Hola, como te va, vamos porque ella tiene una entrevista de
trabajo”. Creo que se hizo la simpática por mi padre.
Yo la saludé medio
seco, y ella me dijo “que lindo verte”. Fue todo tenso. Hacía
mucho que no la veía.
Me gustó
encontrarla, fue mi primer amor.
Que memoria mi loco.
ResponderBorrarLo contaste tan bien que me acuerdo el momento.