Capítulo 9

El 12 de noviembre a las 20 hs. en El Galpón, es la muestra de danza.

Estamos ensayando cada vez más seguido.

Es una danza contemporánea. Muy moderna. Va a estar muy bueno. Va llamar la atención.

Tuvimos la reunión y fui como delegado. Les expliqué lo importante de la accesibilidad. Necesitamos llegar al escenario. Es un problema de acceso y de espacio.

“Es bueno que lo hayas planteado” me dijeron.

Me pasó una vez en Cinemateca. Me dijeron: “vos podés ir porque tiene accesibilidad”. Entonces llegué al lugar y dije “¿Y la rampa, o el elevador?”. Había dos escalones. Me dijeron: “pará que voy a buscar la rampa” y al rato vienen uno y dice “no sé dónde está porque la guarda mi compañero que no vino”. Entonces decidieron bajarme y me ayudaron a entrar. Al llegar al lugar ¡me encuentro una escalera caracol!... estuve como media hora discutiendo con el muchacho para que entendiera.

“¿Cómo queŕes que yo haga?. Soy discapacitado. Hay una ley sobre esto, y dice que en todos los lugares públicos o privados tiene que haber un espacio para una persona en mi situación. Yo voy a subir pero no tengo porqué hacer esto así”. “No tenía previsto que vinieras”, contestó. Y ahi me enojé “imaginate que yo por lo menos vine solo, pero si traigo a mi grupo de amigos, que hay como tres sillas más (le dije cuatro para exagerar), ¿cómo hacemos?”...

Terminé subiendo. Me subieron entre dos. En esa distancia más o menos camino. Llegué sin aire pero llegué.

Ví “El tipo de al lado”, por lo menos la película estaba buena. Si subía y era una porquería me quería matar.

Depués tuve que bajar.

Me ayudó ese muchacho. Se ve que se sintió culpable, aunque la culpa no era suya sino de su empresa.