Capitulo 14
Ayer por fin
actuamos en el Teatro El Galpón. Antes de seguir contando mi vida
amorosa vale la pena que les cuente esta experiencia.
Nunca me creí que
iba a estar en un escenario. Bromeamos e imaginamos actuar pero
cuando se hace realidad es complicado.
Llegamos 18. 30 hs
para ensayar. Hicimos una pasada general, más que nada para conocer
el entorno. Había mucha ansiedad. Yo al teatro ya lo conocía cuando
fui como representante de la obra. Era una muestra de danza. Al
compañero que le tocaba bailar conmigo le entró pánico escénico,
o quizás se enojó porque quería bailar con la novia, se puso muy
nervioso y dijo que no subía faltando cinco minutos. Lo tratamos de
convencer, se puso el vestuario y todo pero no hubo caso. Tuvimos que
adaptar lo que hacíamos a la nueva situación. El público no se dio
cuenta.
Estaba nervioso pero
trataba de calmar a los otros.
Tenía la sensación
de que iba a vomitar pero luego se me fue todo.
El número es muy
bueno. Se hacen figuras y movimientos.
En un momento yo me
pongo de costado y pongo los frenos, me bajo de la sila y quedo
acostado en el piso. Ahi hacemos unos giros y luego hay un apagón.
En teoría en la oscuridad viene gente a ayudarnos a subir de nuevo a
la silla de ruedas, pero el técnico prendió antes las luces y se
vio el esfuerzo que implica subirnos.
Creo que fue mejor
que se viera. La gente se impresionó.
Luego de actuar nos
ovacionaron de pie.
Fue un aplauso
impresionante.
Nos abrazamos todos.
Supongo que luego
nos dirán el resultado pero la muestra estuvo muy buena, no importa
lo que pase. La experiencia fue increíble. Y creo que dejamos una
enseñanza. Al teatro porque no estaba adaptado y hubo que poner
rampas, al público porque nos vieron y quedaron marcados, y a
nosotros mismos porque hacer algo creativo es muy emocionante.
Terminé muy conmovido.
Fue a verme toda mi
familia y les encantó.
Espero repetir,
hacer más piezas así. Es una parte que no sabía que tenía.
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